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NO A UNA PROPUESTA AUTODESTRUCTIVA

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Jorge Enrique Robledo

Bogotá, 20 de enero de 2009.

Muy equivocada es la carta de Gustavo Petro a César Gaviria (Dic.24.08), en la que le dice estar “en total acuerdo con esa propuesta”, refiriéndose a la que hizo el ex presidente en El Tiempo del 21 de diciembre pasado.

 

La propuesta de César Gaviria –quien inicialmente la presentó como un acuerdo con Luis Eduardo Garzón (El Tiempo, Jun.22.08)–, consiste en que el liberalismo y otras personas y sectores escojan, mediante consulta, un candidato a la Presidencia de la República. “Es un proyecto que parte del Partido Liberal (y) que tiene que ser compatible con nuestros principios”, dejó claro. Advierte que el proyecto se opone a la reelección de Álvaro Uribe, pero que no puede ser antiuribista, pues Gaviria no renuncia a sus conocidas coincidencias con el gobierno. Y explica que Germán Vargas Lleras podría ser el candidato de la coalición. En resumen, una candidatura contra la de Uribe o la de uno de sus incondicionales, pero no contra el proyecto neoliberal que estos encarnan.

 

En su carta, Gustavo Petro expresa que ojalá en la alianza esté “un sector del uribismo” y propone “un programa común de gobierno”, el cual redactó para que pueda aprobarlo César Gaviria, pues no incluye puntos fundamentales del Ideario de Unidad que, de manera unánime, acordamos como programa del Polo. En la práctica, la propuesta aspira a elegir un presidente que no modifique el “libre comercio” con el que la Casa Blanca y el FMI recolonizan a Colombia y sacrifican a tantos colombianos. Y se dirige contra la propia existencia del Polo, porque lo deja sin su razón de ser, que son el rumbo de izquierda y las reformas democráticas, y porque empuja a nuestros partidarios a abandonarlo.

 

Es casi incomprensible que cuando el neoliberalismo se revienta en el mundo y Uribe y el uribismo se resquebrajan inexorablemente, y cuando las otras fuerzas políticas del establecimiento colombiano no logran frenar su decadencia, se proponga que el Polo renuncie a encabezar con su candidato y su programa un gran proyecto de Unidad Nacional para triunfar y cambiar de verdad el país, sino que se quiera que abandone sus convicciones, ponga en entredicho su futuro y termine como apéndice de una propuesta de conveniencia para César Gaviria y que es parte del proyecto político neoliberal.

 

Además, razón tiene la protesta de Parmenio Cuéllar, nuestro vocero en el Senado, cuando dice que Petro actuó “como si no le importara lo que piense la mesa directiva de nuestro movimiento” (El Espectador, Ene.07.09), pues le envió su carta de respaldo a César Gaviria sin siquiera haber planteado el tema dentro de Polo.

 

El Polo debe seleccionar, entre sus dirigentes y mediante su propia consulta, nuestro candidato para las elecciones presidenciales de mayo de 2010.

 

Nota: Los documentos citados pueden consultarse en: http://www.senadorrobledo.org/?q=node/554