“Si los combustibles fueran baratos el consumo de los colombianos aumentaría”, expresó el senador Jorge Enrique Robledo en el debate realizado hoy en la Comisión Quinta del Senado. La Corte Constitucional le ha dicho al Congreso que está legislando mal en la materia porque ha “vulnerado el principio de legalidad tributaria” al delegarle al Ministerio de Minas la manera de fijar los precios sin disponer “para ello ningún criterio”. Reclamó el congresista del Polo.
En Colombia se paga la gasolina y el diésel como si se produjera en Estados Unidos, donde la calidad y la potencia son superiores a la nuestra, imponiéndose un sobreprecio que afecta el bolsillo de los consumidores. Por el gasto anual en combustibles, que cuesta 26 billones de pesos, se pagan impuestos desproporcionados de 29 por ciento en gasolina y 18 por ciento en el diesel, asumidos, en general, por la clase media y los pobres. En el transporte intermunicipal y en el de carga, por ejemplo, los combustibles representan el 31 y el 40 por ciento de los costos y en el país hay más de doce de millones de vehículos, la mitad de ellos motos.
Robledo también explicó cómo el etanol importado de Estados Unidos se ha tomado el 42 por ciento del mercado nacional, importación que recibe un subsidio que pagamos los colombianos. Más de cinco mil distribuidores minoristas de combustibles están asfixiándose por la competencia de los distribuidores mayoristas en donde solo cuatro empresas controlan más del 90 por ciento del negocio. Por último el congresista exigió la modernización de la Refinería de Barrancabermeja, y que de acuerdo con la realidad económica nacional sí es posible bajar el precio de los combustibles. Puntualizó el senador Robledo.
Bogotá, 14 de mayo de 2019
Oficina de Prensa
Senador Jorge Enrique Robledo
VIDEO:
AUDIO: