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Mientras se pierde la autosuficiencia petrolera, el Gobierno festina los hidrocarburos al capital foráneo

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Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 3 de junio de 2008

El gobierno no solo ha descuidado la búsqueda de nuevos yacimientos que garanticen la autosuficiencia petrolera, sino que ha hecho una serie de negocios en los que inevitablemente ha salido defraudado el interés de la nación, dijo hoy en la Comisión Quinta el senador Jorge Enrique Robledo, al reiterar las denuncias sobre la política oficial de hidrocarburos. Desde el año 2000 ha venido cayendo la producción de petróleo de 687 a 531 mil barriles diarios, como también las reservas, de 1.972 millones de barriles a 1.458 millones. “Se está perdiendo la autosuficiencia petrolera y el hecho hay que decírselo al país con entera franqueza, porque se trata de un problema de extrema gravedad”.

El gobierno no solo no atiende con seriedad la pérdida de la autosuficiencia petrolera, denunció Robledo, sino que está empecinado en defraudar el interés público. El congresista citó el caso de Ecopetrol, cuyo 10 por ciento fue vendido a menos precio a los particulares. “No es que la empresa se haya valorizado en 100 por ciento, como anuncia la prensa, sino que el gobierno del presidente Uribe la vendió en 51 billones de pesos menos de lo que valía (US $33.126 millones) y, además, en el mejor momento del negocio petrolero”, reafirmó el senador del Polo Democrático al preguntar a los dirigentes uribistas: “¿Así manejan ustedes sus negocios personales?” Dijo también que a la extensión del contrato de gas de La Guajira en beneficio de la ChevronTexaco, a la del contrato de Cravo Norte a la Occidental Petroleum y a la privatización de la mitad de la Refinería de Cartagena no se les puede dar otro nombre que no sea el de defraudaciones.

La última reforma tributaria les eliminó el impuesto a las remesas a las trasnacionales, les disminuyó la tasa de renta y les otorgó generosas exenciones. Y los contratos de estabilidad jurídica les garantizan que no se puedan renegociar los contratos petroleros en beneficio del país.

Robledo comentó que el colombiano paga en la gasolina un impuesto de casi el 40 por ciento, un gravamen profundamente regresivo que recae sobre las clases laboriosas. Y Álvaro Uribe ya está hablando de gravar el gas vehicular.

Finalmente, el senador del Polo recordó que cuando se inició la mezcla de gasolina con etanol, él mismo advirtió que los subsidios de que goza este agrocombustible podrían terminar abriéndole camino a la producción extranjera. La importación de etanol anunciada por el ministro de Minas confirma lo advertido cuatro años atrás, hecho que el senador del Polo no dudó en calificar de muy grave, pues con dineros del fisco colombiano se subsidiará la producción de etanol no en Colombia, sino en cualquier otro país del mundo.