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Entrevista al senador Robledo: ‘Reforma política acabaría con partidos respetables’

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Alberto Bonilla M., La Nación, Neiva, marzo 29 de 2008

El senador Jorge Enrique Robledo, en entrevista con LA NACION, dijo que el incremento en el umbral al cinco por ciento pondría fin a colectividades políticas pequeñas. Incluso el mismo Polo Democrático Alternativo temblaría.

El senador del Polo Democrático Independiente, Jorge Enrique Robledo, dijo en Neiva que el proyecto de reforma política del Gobierno, presentado para evitar la participación de los paras en elecciones, no cumple su objetivo aunque sí pone en aprietos a colectividades respetables pero pequeñas.

Aseguró que la reelección será aprobada en el Congreso pero el presidente Uribe no llegará a un tercer mandato porque en 2010 será el Polo el que gane con Carlos Gaviria Díaz.

Las anteriores declaraciones y otras precisiones controversiales fueron dadas por el senador caldense en la siguiente entrevista con LA NACION.

¿Cómo recibe la nueva propuesta del Gobierno de intercambio humanitario?

No deja de ser curiosa la coincidencia de que la propuesta se haga el mismo día en que llevaron a la cárcel al vocero de la bancada de Senado de Cambio Radical. Esa es una coincidencia que hay que anotar.

Digamos con franqueza que ojalá fuera tan fácil liberar a Íngrid como eso. Los que nos oponemos al secuestro quisiéramos que hubiera liberación unilateral o con muchas facilidades, pero realmente no soy optimista de que de esa manera se libere a Íngrid porque lo cierto que hay aquí es un pleito muy agudo entre el Gobierno y las Farc por ver quién derrota a quién en el trámite de la liberación de los secuestrados, y mientras lo principal para las dos partes no sea el fin de liberar a los secuestrados sino el trámite de convertir una batalla política, va a ser muy difícil que esa liberación se dé, cosa que por supuesto yo lamento.

¿Qué tal el inicio de las sesiones ordinarias y la agenda del Gobierno en el Congreso?

Empezó bien en lo que tiene que ver con el debate de control político que le hicimos al ministro Arias por el horror del caso Carimagua, pero también quedó claro que la citación a extras fue de esas jugadas demagógicas del Gobierno que apuntan a echarle el cuento a los colombianos de trabajar, trabajar y trabajar, y con eso se arreglan las cosas. Es evidente que esas sesiones extras sobraban por completo.

Vamos a ver qué liebre salta porque aquí siempre pasan cosas y habrá que ir mirando uno por uno los proyectos.

Hay dos que particularmente me preocupan y que repudio: el de reforma política, que dicen que es para perseguir a la parapolítica, pero es realmente para perseguir al Polo. No le hace ni cosquillas a los parapolíticos pero al Polo sí lo intentan sacar de la política nacional, y un proyecto de reforma al Código de Minas que es rabiosamente pro gran minería y anti pequeña y mediana minería.

¿Por qué es para perseguir al Polo?

El proyecto nos lo han vendido con el cuento de que así se va a perseguir a los parapolíticos pero realmente ahí no hay dientes para eso. Hay un par de cosas de menor cuantía, entonces aquí la corrupción en política y la violencia electoral van a seguir con o sin ese proyecto; pero en cambio sí suben el umbral al cinco por ciento, lo que coge a fuerzas como el Mira y las saca de la política y a otras fuerzas pequeñas respetables.

Al Polo nos dejan en la cuerda floja, nos amenaza, es decir, un descalabro electoral del Polo, por ejemplo que no hay elecciones en una región o un fraude grande, y nos saca.

Cómo nos van a decir que es positiva una reforma para perseguir a los parapolíticos, que apunta contra la yugular de los que hemos sido los denunciantes de la parapolítica y los que no tenemos nada que ver con eso. Es una cosa muy típica del uribismo.

¿Pasa la reelección?

En el Congreso de Colombia a Álvaro Uribe le aprueban hasta lo más absurdo. Se vio en el debate de moción de censura, de control político a Arias. Lo absolvieron desde antes del debate.

Ahí lo que hay es una especie de sociedad, de intereses recíprocos entre la mayoría parlamentaria y el Gobierno Nacional, sociedad que, digamos con franqueza, está montada sobre contratos, burocracia, prebendas, canonjías, etc.

Si eso lo llevan al Congreso puede que haya tropiezos y debates, y cosas, pero al final Álvaro Uribe tiene el látigo del poder del Estado para someter a sus fuerzas y aprobar eso.

¿Cómo es el futuro de la oposición teniendo a Uribe como presidente?

Lo vamos a terminar derrotando. En el 2010 con Carlos Gaviria le vamos a ganar la Presidencia a Álvaro Uribe o al que sea.

Si es verdad que mucha gente en Colombia está con Uribe es porque está engañada, porque cómo es posible que el que se está muriendo de hambre esté de acuerdo con Álvaro Uribe, tiene que estar engañado, y ese velo tendrá que despejarse en algún momento. Cuando la gente abra los ojos y vea la realidad se va a encontrar con que el único partido que hay en Colombia que quiere cambiar esa realidad detestable es el Polo. Aquí de lo que se trata es de tener firmeza en la posición, tener paciencia y confiar en la inteligencia de nuestro pueblo, que tarde o temprano romperá la manipulación.

Y el TLC, ¿se va a aprobar o no?

El TLC va muy bien porque va muy mal en el Congreso de Estados Unidos. Yo no creo que vaya a haber TLC en el corto plazo porque los horrores de la violencia en Colombia siguen a diario y siguen matando a los sindicalistas y a la gente los derechos humanos; cada vez la parapolítica cerca más al presidente Uribe.

Estos sucesos de esta semana son muy graves. Él no ha podido dar una explicación satisfactoria de eso, y eso en Estados Unidos causa horror. En Colombia nos hemos acostumbrado a todo, aquí cuentan las historias más horribles y como que no importa. Allá eso importa.

Y dos: están en plena campaña electoral en Estados Unidos y cada vez hay más estadounidenses que vinculan su pobreza –porque el pueblo gringo se está emprobreciendo desde hace más de diez años- y el desempleo con el libre comercio.

En plena situación como esa, donde la economía es la que va a definir el resultado de las elecciones de noviembre, no Irak sino la economía, no veo ninguna posibilidad que el Partido Demócrata le apruebe el TLC al Gobierno Nacional.

¿Hasta dónde cree que está la parapolítica metida en el país?

En proporciones inmensas. La cifra es algo así como 54 congresistas de los elegidos en el 2006, sin contar los del 2002, que están encartados. De esos yo diría que más del 95 por ciento son uribistas, o sea que mi calificativo que tanto molestó a la cúpula uribista, de que más que parapolítica era parauribismo, lo refrenda la estadística.

El jefe de la policía secreta del Presidente de la República está empapelado en eso. Es decir, el poder del paramilitarismo en el Estado colombiano es descomunal, ese es un hecho que el país no puede decir que no está ahí; ahí está, y va a seguir generando hechos y presión política, nadie sabe hasta cuándo; es más, nadie sabe por dónde va a reventar, porque esa pústula todavía no ha terminado de reventarse.